Por
hacer realidad este encuentro:
agradezco el
trabajo comprometido del Grupo de Investigación en Diversidad, Equidad y
Trabajo de la Universidad de Carabobo (GIDET), al Instituto de Previsión
Social del Personal Docente y de Investigación de la Universidad de Carabobo
(IPAPEDI), a la artista María Francia Aquino por su extraordinaria serie
Derechos Humanos; a ustedes, que creen y crean,
haciendo que
lo imposible sea posible.
Aporta-mos,
suma-mos, emprende-mos cada día nuestro mundo con +Derechos=HECHOS
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DE LA UTOPÍA A LA REALIZACIÓN DE LOS DERECHOS
El rol
protagónico para la transformación de un mundo miserable sin derechos
a un mundo de
bien-estar con derechos-deberes
Prof. Yelitza T.
Barreto F.
Valencia,
10 de diciembre 2019
“(…) el concepto de Derechos Humanos envuelve
necesariamente la limitación del ejercicio del poder. Los Derechos
Humanos nacen a finales del siglo XVIII como una conquista frente al
absolutismo.
(…) A
partir de ahí se hacen declaraciones de derechos donde queda plasmado que la soberanía reside en el pueblo.
(…) los
gobernantes cuando juran cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes,
están pensando en la Constitución y las leyes que los invisten de poder y no de
aquellas que les limitan el poder.”.
(Subrayado
y negrillas míos). [1]
Profesor. Pedro Nikken
(1945-2019)
Buenas noches,
Ayer (09/12/2019) y hoy (10/12/2019), una ausencia
inconmensurable, se despidió de este plano, uno de los sostenedores del
equilibrio: nuestro querido profesor Pedro, es un silencio inesperado; un
silencio del que solo podemos tomar energía para levantarnos.
No pediré un minuto, aunque es lo usual.
A los maestros, se les honra cuando el silencio
sirve para meditar; así, su tiempo no es frívolo. La causa humana no es un papel
inerte ni un frio protocolo. La voz imprescindible debe continuar, no hace
pausa, para su trascendencia somos herramienta temporal.
Se honra, al coherente con la enseñanza-aprendizaje:
en lo que piensa-siente-dice-hace…no, no haremos un minuto de silencio. Ayer, hoy
y siempre, pedimos más que un minuto, pedimos toda la vida, pedimos que todas
las vidas estemos comprometidos con la vida, con la dignidad humana.
Pedimos, que con el trabajo de todos hagamos que los
derechos sean HECHOS!. Que no sea una voz, que sean todas las voces; que no
sean unas manos, que sean todas las manos las que sumen a favor de los derechos
en equilibrio con el deber, hasta realizarlos, enfocados, sin descanso ni
excusas…
Aquí continuamos, maestros…de manera pacífica,
nutriendo la consciencia, expandiendo, diciendo lo que hay que decir, para
corregir, para no repetir el error, aunque no complazca al poderoso. Entonces,
ciertamente necesitamos enseñar-aprender a establecer límites, pero también a
respetar esos límites, no por miedo al castigo, si no, por consciencia.
A este emprendimiento nuestro nos acompaña el equipaje
del amor y la magia de las artes que elevan el espíritu…la esencia humana que
realmente somos.
Semejantes,
Cuando pensamos en la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH) [2] viene a
nuestra mente la imagen de la Sra. Eleanor Roosevelt, Presidente del Comité de
Redacción. En esa imagen la impulsora de “el
gran acuerdo” se observa orgullosa, tenía en sus manos “el producto”, resultado de 18 miembros de comité con pensamiento
plural, un instrumento decantado y legitimado en su redacción final por la
participación de 50 países con diversas lenguas; aún, encontrándose en las
turbulencias del mundo separado en 2 bloques. ¿Cuánto compromiso por la vida?, ¿cuánta
pasión por proteger la dignidad humana? Aquel tiempo afanoso, que hizo que esos
hombres y mujeres fijaran una meta posible para superar todo obstáculo y
concluir en un manojo de ideas vitales para la humanidad. Para la familia
humana, un punto de partida luego del registro largo y oscuro de holocaustos
colectivos e individuales.
|
Y nosotros qué?...del trabajo pendiente qué
hemos hecho, qué hacemos?...remontemos al menos 5 siglos para comprender el
origen, en realidad una muestra de exterminio:
Prácticamente 4 siglos después…
La DUDH que hoy conmemoramos es
un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948, en París-Francia. En sus 30 artículos los
países signatarios reconocieron derechos humanos considerados básicos.
La DUDH se funda en la consideración ética de que el
Estado, la sociedad y los particulares están obligados a respetar a los demás
como personas. El trípode orgánico interconectado y funcional.
De esta forma, la dignidad humana se eleva a mandato
ético-jurídico del cual se derivan distintos valores, principios, derechos; los
cuales serían tutelados por los Derechos Humanos como institución de alcance e
influencia humana.
En lo local, en cuanto nos corresponde, la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela como proyecto social y político es
eco, es tierra fértil en este orden de ideas y propósito. Pero, recordemos, es
una tierra que necesita de cultivo, exige esfuerzo total y dedicación, requiere
también de la participación de TODOS (ahora, particularmente, con un sentido de
inclusión-sanación y reconciliación nacional), en el entendido de
co-responsabilidad. Bien, este es otro tema, pero, asociado, continuemos con la
dignidad humana.
La dignidad se estipula en el Preámbulo de la DUDH,
señalando que “[…] la libertad, la
justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana […]”.
Los derechos protegidos por la DUDH son, entre
otros, el reconocimiento de la igualdad en dignidad, pues se afirma que “todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportase fraternalmente los
unos y los otros”.
Pero, así no nos sentimos los comunes mortales. Me
explico: en la actualidad y prácticamente en cualquier latitud, son múltiples,
complejas y hasta grotescas las distancias entre los gobernantes y los
gobernados. Tanto, que afloran por el mundo mostrando los ordenes caducos de
privilegios asociados al poder. Quedando desnudas, las estructuras de inequidad
hacen aguas por doquier. No se trata de cuánto ganan, no se trata de
posesiones, se trata de la casi infinita distancia que existe entre los que
gobiernan y los gobernados. Esa distancia trae consecuencias: pobreza estructural,
generalizada, sistematizada, sistemática. Esa pobreza convierte a los
vulnerables en desvalidos.
Estamos hablando de un proceso de más que
explotación, de súper-explotación humana, sin que pueda diferenciarse entre
derechas e izquierdas, la política se ha reducido a un pragmatismo líquido
populista y espectacularizado en términos mediáticos, de objetivos a corto
plazo, inmediatista; que ataca el sistema inmune democrático.
Emerge un sistema mundo[4] gris y
miserable, sin derechos: el proceso de esclavización opera y tiene prácticas,
hábitos, costumbres, monólogos y narrativas q resultan en leyes: “dura lex, sed lex”[5], sin
compasión, es imposible distinguir una ley justa de otra injusta, de hecho, no
se identifican las causas, los efectos ni las medidas esencialmente
humanitarias.
Desarrollándose está un tiempo vertiginoso de caos
que estamos observando. Se avizora una creación: esperemos que evolutiva para
los derechos, es lo deseable. La libertad, sin duda, se retuerce en el
torbellino de los hechos…ponemos lupa en ella, cito unas líneas:
“…estamos funcionando ya varias semanas sin baños,
nada, cero. Si nos quejamos nos piden que seamos voluntarios para instalar
tanques y bombas…”. “…nos piden que no tomemos agua, para no usar los baños…”.(con otros comentarios, disponibles, testimonios de sufrimiento y
pérdidas irreparables)
Estoy citando a profesores universitarios, de mi
universidad. Estoy resguardando su identidad porque la gran mayoría teme
represalias…Cuando les escuchaba o les leía solo podía recordar el trato de los
buques negreros…y me pregunto ¿qué estamos enseñando-aprendiendo?.
El Artículo 4 de la DUDH establece:
“Nadie estará sometido a esclavitud ni a
servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus
formas.”
Ahora bien, el
mundo occidental reconoce la paz porque ha cesado la guerra, también reconoce
la libertad porque no está de hecho, sometido a la esclavitud. En palabras de
Foucault[6]
porque no está sujeto“…a una relación de
dominio, de colonización, de opresión…”. No existe ser que pueda convencer
por la vía de la lógica que esa relación trabajador-patrono/universidad es una
relación normal de trabajo. Es una relación de trabajo disfuncional, tóxica y tan
aberrada que bien puede significar otra “forma
de esclavitud”, lo que se conoce como “esclavitud
moderna”. Porqué?. Es simple, aunque incomprensible: Los profesores se “sienten obligados” a trabajar en
condiciones infrahumanas, hasta que colapsan, los niveles de coerción
psicológica existen, están sobrentendidos. Es una violencia institucionalizada
que hace mucho daño y que debe ser reparada. Una situación que debe ser
corregida y sanada. Pero, la hemos reconocido? O es lo “normal”?. “El gobierno se
encuentra en las antípodas de la Declaración Universal” (Nikken, 2019). En
este caso, el gobierno que los propios profesores elegimos, pues se trata de
una universidad autónoma.
“La esclavitud es, sin duda, el mayor de todos los males
que han afligido a la humanidad, ya se considere al esclavo arrancado de su
familia en el país natal y metido en las bodegas de un buque negrero, ya se le
considere como que es parte de un rebaño de hombres negros apriscados en el
territorio de las Antillas; pero hay para los particulares
sus grados en los sufrimientos y en las privaciones. (…)”. [7]
Conforme
declararon los países signatarios, en la DUDH: “…la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en
que los seres humanos, liberados del temor y de la
miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias,
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen
de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la
rebelión contra la tiranía y la opresión…”
Se advierte el reconocimiento implícito y culposo de
un liderazgo derrotado por los resultados catastróficos de la guerra mundial
SXX, y es que ninguna guerra puede producir bien-estar.
El sistema-mundo regido y manejado por los intereses
y las reglas cruentas de la violencia: ganar/perder es el lema, no existen
grises.
Se necesita aclarar y resaltar, si aún no celebramos
la realización de los derechos, como si se tratara de la alfabetización de la
humanidad, es, porque aún, en el SXXI existe la mente-violenta que no creyó ni
cree ni creerá en los nuevos paradigmas propugnados por la DUDH.
Una mente-medieval-colonial simplemente
piensa-siente-dice-actúa: impositiva, autoritaria, inmortal e infalible; no
encuentra otra forma, la guía el instinto de poder y sus privilegios asociados,
ya lo advertía Maquiavelo. Es por ello que, mientras no se supere esa mente, no
esperemos hacer coincidir los derechos con los privilegios-poder, ni con el
ánimo y voluntad dominial.
El precio que pagó la humanidad tras el holocausto SXX
que trajo consigo la guerra.
Hoy podemos identificar que la catástrofe de la
guerra puede ser individual, colectiva o de naciones. Así como también pueden
identificarse los holocaustos: individuales, colectivos o de naciones. Hoy
sospechamos que las relaciones jerárquicas de poder y sus sistemas trabajan
consciente e inconscientemente; y así, impiden o contienen de una u otra manera
la superación de una forma opresiva a la forma estructural de dignidad humana
asociada a los derechos que propuso la declaración universal.
Para detener el sufrimiento humano es necesario
reconocer-nos como familia humana, estar alertas respecto a los errores,
identificarlos, reprobar las conductas relacionadas, es indispensable que
estemos de acuerdo acerca de cuáles son las reglas para nuestra convivencia. Enfocar-nos
en la verdad y la no repetición. Enfocar-nos en aprender-enseñar a limitar el
poder, aplicando.
No aprendimos a reconocer el error, uno de los
errores expansivos de la impunidad: esclavizar al Ser humano, no valorarlo, aún
cuando repetimos una y otra vez: “la
libertad es inherente al Ser humano”. ¿Lo es?.
La esclavitud desde
sus inicios ancestrales funcionaba como una situación de hecho, fuerza, fuerza
bruta, hasta que se tradujo en el reconocimiento final de derecho, y continuó
la fuerza, fuerza bruta. Sí, del hecho a la práctica, de la práctica al hábito,
del hábito a la costumbre, hasta convertirse en ley escrita, para dar “seguridad jurídica” a la clase o sector
dominante respecto a sus intereses y a la particular forma de relación de
producción. Un día amaneció y la esclavitud había sido reconocida, se había
convertido en una institución jurídica, y de tal manera eficiente que
finalmente representó un sistema de violencia con relaciones de poder-dominio
bien identificadas: amos/esclavos.
Ayer, día
internacional de los defensores, hoy celebramos la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Hoy,
preguntémonos qué hacemos cada día para superar las relaciones de poder
dominiales. En nuestra casa, con nuestra pareja, con nuestros amigos, con
nuestros hijos, en la escuela, en las universidades, en la calle, en el
trabajo, en todas partes. ¿Cuánto hemos permitido?. ¿Cuánto de las adulaciones y
sus patentes de corso, también cheques en blanco, han convertido en hecatónquiros
y/o en titanes altaneros y soberbios a los hombres y mujeres de poder?.
Pongamos fin al
abuso, al abusador. ¿Hay voluntad?. Los Derechos Humanos son un instrumento
civilizado que limita el abuso de poder y sus desviaciones. Pero, ¿estamos
conscientes nosotros de este poder?. ¿Estamos conscientes de la necesidad de
transformar nuestro pensamiento-sentimiento-decir-acción?.
¿Aprendimos-enseñamos
que la violencia es incompatible con la implantación de la doctrina de los
DDHH?. ¿Aprendimos-enseñamos que se reprochan las conductas erradas y no se aniquila
a ningún Ser humano?.
¿Aprendemos?- ¿Enseñamos?.
Necesitamos la honestidad para hacerlo.
En una relación
de igualdad respecto al gobernante-gobernado (padres-hijos/ profesores-estudiantes/marido-mujer/autoridades-profesores),
no existe una jerarquía de sometimiento. Pero sí, debe existir una relación de
RESPETO considerando roles.
¿Nos formamos
desde el útero para asumir otra narrativa-acción?,
Hoy, tomemos el
poder: transformemos nuestras mentes y actuemos, en nuestro entorno, con amor y
de manera pacífica. Y los derechos se hacen realidad, con nuestro propio
esfuerzo, con nuestras propias manos. Pasemos DE LA UTOPÍA A LA REALIZACIÓN DE LOS DERECHOS.
Recordemos: “El estado de esclavitud sólo puede
mejorarse pacíficamente del todo por la acción simultánea de los hombres libres
(…)”. (Humboldt, 1827).
Muchas gracias.-
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[1] Nikken, P. (2019, diciembre 9). Entrevista realizada por Luis Silva, especial para Provea. “El gobierno se encuentra en las antípodas de la Declaración Universal”. Disponible: https://www.derechos.org.ve/actualidad/entrevista-provea-pedro-nikken-el-gobierno-se-encuentra-en-las-antipodas-de-la-declaracion-universal
[2] Organización de las Naciones
Unidas. (1948). Declaración Universal de
los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General mediante Resolución 217
A (III). [fecha de Consulta 10 de Diciembre de 2019]. Disponible en: https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
[3] Casas, B de las (1552). Brevísima Relación de la Destrucción de las
Indias. [fecha de Consulta 10 de Diciembre de 2019]. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/brevsima-relacin-de-la-destruccin-de-las-indias-0/html/847e3bed-827e-4ca7-bb80-fdcde7ac955e_18.html
[4] A partir de la tesis IMMANUEL
WALLERSTEIN en la aplicación de la perspectiva del “ANÁLISIS DE SISTEMAS-MUNDO”.
[5] “La ley es dura, pero es ley”.
[6] Castro-Gómez, Santiago
(2007). Michel foucault y la colonialidad
del poder. 153-172. [fecha de Consulta 10 de Diciembre de 2019]. ISSN:
1794-2489. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=396/39600607
[7] Humboldt, A (1827). Ensayo político sobre la isla de Cuba. Edición hecha en la casa de Jules Renouard Librero, calle
el Tournon, No 6. [fecha de Consulta 10 de Diciembre de 2019].
Disponible en: https://books.google.co.ve/books?id=oCJEAQAAMAAJ&printsec=frontcover&dq=humboldt+cuba&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjr3cOA87jmAhXOrVkKHV_IB3cQ6AEIMzAB#v=onepage&q=humboldt%20cuba&f=false
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